miércoles, 14 de enero de 2015

Historia del Merengue


El merengue es un estilo de baile y música caribeña en tiempos de 2/4. Asociados generalmente con la república Dominicana, debido a la enorme popularidad internacional como al aumentado consumo de los inmigrantes dominicanos en los Estados Unidos.

El merengue dominicano, como los merengues haitiano y venezolano, surgió en los salones a mediados del siglo XIX como derivativo de la contradanza, Imitando la buena sociedad, los campesinos de las varias regiones de la isla transformaron el merengue de contradanza a sus propias maneras, utilizando estéticas e instrumentos musicales propios de sus culturas regionales. Lo que hoy en día se llama "el merengue dominicano" viene de una región de la República Dominicana, el Cibao. Otras regiones del país, y de Quisqueya entera, han tenido sus propias formas de merengue. Los otros merengues no se parecen al merengue cibaeño en el estilo musical ni en el estilo coreográfico. Los diferentes estilos de merengue son: 1) el merengue de atabales (en el Este), 2) el merengue palo echa'o, también llamado pri-prí (en Villa Mella), 3) el merengue redondo (en Samaná), y 4) el merengue cibaeño (en el Cibao).

Durante años el merengue popular ha admitido muchas influencias foráneas, sufriendo muchos cambios en su estilo musical. Por eso se ha dicho que el merengue ha "degenerado." Papa Molina, el líder de una de las mejores orquestas de los años 1950s, indica que la música popular de Estados Unidos siempre ha cambiado su nombre cuando su estilo musical ha cambiado, y opina que "un género musical no puede evolucionar cuando la célula ritmica cambia, el género cambia, y su nombre debe cambiar." Sin embargo, se debe notar que muchas veces, nombres de géneros musicales se aplican a tipos de música que son estilísticamente distintos. El son cubano no suena como el son mejicano, y el merengue venezolano no se parece al merengue cibaeño dominicano, que tampoco se parece el merengue palo echa'o dominicano (el pri-prí). Quizás los dominicanos no han cambiado el nombre de su música popular precisamente porque el merengue se ha convertido en un foro para promover la identidad nacional. La colonia dominicana en Estados Unidos creció rápidamente después de los años 1960s y los dominicanos ausentes usaron el merengue como una estrategia para fomentar su cohesión social en el ambiente foráneo.

 Hoy en día el merengue es considerado como la música nacional de la República Dominicana.

EVOLUCIÓN

En sus inicios el merengue, a pesar de su auge entre las masas populares, no fue aceptado por la clase alta sino hasta mucho tiempo después, por su vinculación con la música africana.
Otra de las causas que pesaron sobre el repudio y ataques contra el merengue fueron los textos literarios que lo acompañan, generalmente subidos de tono.

En 1875, en plena era victoriana.  Ulises Francisco Espaillat inició una campaña contra el merengue que fue totalmente inútil pues ya el baile se había adueñado del Cibao donde se hizo fuerte a tal punto que se asocia hoy esta región como cuna del merengue.

A principios del presente siglo músicos cultos hicieron una gran campaña para la introducción de esta danza en los salones.

Los músicos populares se unieron a esa campaña, la que encontraba siempre la resistencia que inspiraba el lenguaje vulgar de las letras que acompañaban el ritmo.

Juan F. García, Juan Espínola y Julio Alberto Hernández, fueron pioneros en esa campaña. Su éxito no fue inmediato ya que a pesar de que establecieron la forma musical del merengue, no pudieron conseguir que este penetrara en "la sociedad" y se considerara como una creación del pueblo dominicano.

El panorama cambió a partir de 1930, pues Rafael L. Trujillo en su campaña electoral usó varios conjuntos de "Perico Ripiao" y logro difundir el aire nuevo a zonas donde no se le conocía previamente, ayudándole mucho en esa difusión el uso de la radio recién llegada al país antes del inicio de la dictadura.

A pesar de esta gran difusión y propaganda no se aceptó de pleno el merengue en lo que se llamaba "la buena sociedad dominicana" hasta que en una familia de la "aristocracia" de Santiago, en ocasión de la celebración de una fiesta solicitaron a Luis Alberti, que iba a amenizar con su orquesta, que compusiera un merengue con "letras decentes", y éste accedió.

Alberti compuso para tal ocasión el "Compadre Pedro Juan", el cual no solo gustó, sino que causó furor, llegando a convertirse en el himno de los merengues. A partir de ese momento comenzó a diseminarse el merengue. Para esto la radio prestó una ayuda generosa.

Al diseminarse el merengue por todo el país se produjeron variaciones en este ritmo, algo catalogado de normal con toda manifestación cultural. Estas reflejan el manejo de los elementos culturales hecho al acomodo y conveniencia de algunos.

OPINIONES ENCONTRADAS

El Merengue es una danza folklórica que se ha difundido ampliamente y que hasta el momento se discute su origen.

Según Flérida de Nolasco “fue alguien sólo conocido como Alfonseca quien inventó el merengue.”
Su origen y aparición se pierde en las brumas del pasado (Julio Alberto Hernández).
Nació con carácter de melodía criolla tras la batalla de Talanquera donde triunfaron los dominicanos (Rafael Vidal).

Al parecer el merengue se desprende de una música cubana llamada UPA, una de cuyas partes se llamaba me-rengue. La UPA pasó a Puerto Rico, de donde llegaría a Santo Domingo a mediados del siglo pasado (Fradique Lizardo).

Al parecer Lizardo se acerca al origen del asunto. En 1844 el merengue aún no era popular, pero ya en 1850 se puso de moda, desplazando a la Tumba. A partir de ese momento tuvo muchos detractores.
Don Emilio Rodríguez Demorizi dice: "Los orígenes del merengue siguen pues, en la niebla. No parece que pueda atribuirse a origen haitiano. De haber tenido esa oscura procedencia no habría gozado de boga alguna en 1855, época de cruentas luchas contra Haití; ni los que en ese año repudiaban al merengue habrían dejado de señalar tal procedencia como suficiente motivo. Tampoco lo señaló Ulises Francisco Espaillat en sus escritos contra el merengue en 1875".

Posteriormente fue bien acogido y hasta el coronel Alfonseca escribió piezas de la nueva música con títulos muy populares como "¡Ay, Coco!", "El sancocho", "El que no tiene dos pesos no baila", y "Huye Marcos Rojas que te coge la pelota".

Fuente: Jimmy Sierra, Dominicana virtual.com, iASO RECORDS

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